martes, 4 de noviembre de 2008

Recuerdos 'guardados' de guerra


Las personas que han sufrido una guerra prefieren olvidar y remodelar su recuerdo antes que asumir el pasado y pasar página

El hombre tiene que establecer un final para la guerra, porque si no la guerra establecerá un final para la humanidad. Esta frase de J. F.Keneddy posee un gran significado. Durante siglos, posiblemente desde los comienzos de la historia, la guerra ha sido un instrumento fundamental en el 'avance' de las sociedad. De hecho, nos ofrece multitud de ejemplos más o menos sangrientos, las Cruzadas medievales, las guerra franco-españolas durante el reinado de Carlos V...que corroboran estos hechos.

No obstante, la palabras del malogrado presidente de Estados Unidos son todavía más potentes si las ponemos en el contexto histórico al que pertenecen, el siglo XX, el más violento y beligerante de la historia y en el que las diferentes contiendas sí estuvieron a punto de acabar con la humanidad.

Aunque se consiguió salvar aquella situación crítica, lo cierto es que todas aquellas personas que han sufrido en primera persona la crueldad de la guerra, independientemente de la nacionalidad que posean, tienden a enterrar sus recuerdos en el más profundo de los abismos; en una continua huida hacia delante para intentar no volver a abrir la ventana del pasado. Y es que Marte, el dios de la guerra para los romanos, deja muchos recuerdos rotos y heridas abiertas en todos aquellos que le padecen.

Ejemplos hay muchos, Eufrasio un jubilado de un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, cuenta con increíble exactitud y sin vacilar en ningún momento, como combatió al lado de las tropas republicanas en la Guerra Civil, para defender una España que él consideraba legítima. Sin embargo, cuando se le pregunta si se vio en la obligación de tener que disparar, se le quiebra la voz y se le oscurece el semblante. No lo recuerda con certeza y prefiere no hablar de ello. Del mismo modo, recuerda con especial amargura la entrada de las tropas nacionales en "su" pueblo. Un pueblo que hasta entonces "27 de marzo de 1939", (recuerda con gran certeza, como si esa fecha estuviese grabada a sangre y fuego en su corazón), había sido republicano. Desde aquel momento su lugar natal dejó de ser un poco menos suyo y pasó a ser un lugar donde "si le apetecía a la gente que mandaba te hacía sufrir por rojo".

Pero, si esto le pasa a las personas los Estados tienden a hacer lo mismo, no buscan responsabilidades pasadas, lo único que quieren es continuar hacia delante. Japón niega la invasión de China, Italia no recuerda a los verdugos de las Fosas ardetianas y Francia, uno de los países de la Alianza, oculta con gran celo la participación francesa en el ejército de Hitler y es que 47.000 alsacianos murieron defendiendo la bandera del ejército nazi en un episodio cruentísimo en el que el ejército nazi atravesó el país vecino hasta llegar al desembarco de Normandia.

FOTO: Max Hastings

El historiador Max Hasting, en su libro Das Reich analiza este capítulo de la II Guerra Mundial y destaca las dificultades que tienen individuos y estados para ser fieles a la memoria. "Tienden a modificarla para poder justificar determinadas situaciones" argumenta. También arguye que "el pasado es mejor asumirlo que reprimirlo" y añade que "España ya está preparada para poder cerrar las heridas de la guerra".

Síndrome postraumático

Si los Estados tienden a 'dulcificar' el pasado más bien por motivos políticos que psicológicos, en el caso de las personas sucede justo al contrario. Es decir, en la mayoría de los individuos que han tenido contacto con la guerra, con el tiempo, suele surgir lo que en medicina se denomina síndrome postraumático, el cual se define como un episodio psiquiátrico que aparece en personas que han sufrido un vivencia dramática durante su vida.

Los efectos de éste síndrome pueden ser atenuados en gran medida siempre que se empiece un tratamiento justo después de producirse el episodio traumático. Por contra, es mucho más complicado superarlo cuando la persona que lo sufre tarda demasiado tiempo en hacer frente a sus miedos e inquietudes. El tratamiento es de larga duración (motivo por el que el 75% de los enfermos lo abandona), puesto que intenta indagar en los orígenes del sufrimiento. El primero en utilizarlo fue Freud y así ha ido evolucionando hasta nuestros días.

Sin embargo no todos están de acuerdo con este tratamiento 'de choque' hay algunos especialistas que opinan que indagar en el pasado no les ayuda. De hecho hay personas como el historiador Fraser que cuenta como un general, superviviente de guerra, después de contar cómo sucedió sufrió un infarto al corazón.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Es dificil imaginarse lo que una persona que ha "sobrevivido" a una guerra puede sentir, por eso cuando uno intenta ponerse en su piel, puede llegar a entender que no quieran recodar, ya que parace la mejor opción, para no seguir sufriendo por las heridas abiertas.
Pero aunque se pueda entender que una persona que ha sufrido una guerra no quiera recordar el pasado, lo que no podemos entender, o al menos yo no lo entiendo, es que los gobiernos, no tengan "memoria histórica" y muchos se nieguen a reconocer que hay un pasado sangriento, que por ignorarlo no va desaparecer.
Como tampoco se hace daño a nadie honrando a aquellas personas que por desgracia sufrieron un guerra. ¿por que no podemos recordar a las victimas si durante años hemos honrado a los verdugos?