El 64 por ciento de los programas de máster o doctorado presentados por las entidades educativas españolas no disponen de un informe positivo de ANECA.
Con la llegada de los llamados "Planes de Bolonia" siempre se ha hablado desde los poderes políticos que lo que iba a primar era la calidad de la enseñanza. Pues bien, según el estudio elaborado por la Agencia de Calidad (ANECA), cuyo enunciado era: Evaluación de la Calidad en las universidades 2007, sólo un tercio de los nuevos programas de posgrado, en torno al 36% por ciento, han sido reconocidos con el sello de calidad de dicha Agencia.
De los más de 2.400 títulos que habían aprobado las comunidades para el año anterior, únicamente el 45 % de los máster y doctorados han pasado por el proceso que determina la calidad de un determinado programa. No obstante, si nos nos atenemos sólo a los que han pasado el proceso, sino que además tenemos en cuenta los que han recibido un reconocimiento positivo, el porcentaje desciende mucho más y se sitúa en ese 36% al que hacíamos referencia.
Con los datos en la mano, las Comunidades Autónomas, que hasta ahora no han tenido obligación de tener el sello de calidad de esta agencia, se defienden argumentando que "a priori no se puede saber si un máster va a recibir el visto bueno de las agencias o no", aunque lo que es cierto es que uno de cada cuatro programas presentados no reúnen los requisitos establecidos por la entidades encargadas de otorgar el tan manido sello.
Es más hay casos especialmente sangrantes como los de las Comunidades de Madrid con 463, Castilla-La Mancha o Murcia que no han presentado ninguno de los programas de máster y doctorado para que sean evaluados por las agencias para determinar su calidad. De esta forma, de los 973 programas que deberán ser evaluados por la diferentes comisiones de los organismos competentes, casi la mitad corresponden a la Comunidad de Madrid.
También hay casos llamativos como el de Cataluña que ha aprobado una serie de posgrados sin tener informes positivos, a pesar del suspenso previo "por motivos estratégicos". En Andalucía, por su parte, el 82% de los máster presentados tampoco cuentan con informes positivos.
A pesar de la falta de sello, lo que conviene aclarar es que todos los máster y programas de posgrado presentados son oficiales y son válidos a todos los efectos. El único problema es que éstos deberán pasar por un el proceso de evaluación de ANECA para determinar si se les puede conceder el sello de calidad o no. Si se diese el caso de que la evaluación fuese negativa, el alumno no debe preocuparse puesto que la universidad o el organismo organizador del programa de doctorado tiene un plazo para subsanar los errores que se hayan podido encontrar, por lo que de todas formas el alumno seguirá teniendo en su poder un título oficial.
Carencias de solicitudes
En el estudio se pone manifiesto algunos elementos comunes, más bien carencias, con lo que se encuentra la agencia a la hora de analizar las solicitudes de las distintas Comunidades Autónomas. Entre ellas hay dos que parecen alzarse como más evidentes. La primera es que por lo general, el título del máster no se corresponde con el contenido del mismo. El segundo pone de manifiesto que en muchas ocasiones no queda clara la responsabilidad de la universidad, del centro o de los departamentos para garantizar los recursos humanos y materiales necesarios.
Con la llegada de los llamados "Planes de Bolonia" siempre se ha hablado desde los poderes políticos que lo que iba a primar era la calidad de la enseñanza. Pues bien, según el estudio elaborado por la Agencia de Calidad (ANECA), cuyo enunciado era: Evaluación de la Calidad en las universidades 2007, sólo un tercio de los nuevos programas de posgrado, en torno al 36% por ciento, han sido reconocidos con el sello de calidad de dicha Agencia.
De los más de 2.400 títulos que habían aprobado las comunidades para el año anterior, únicamente el 45 % de los máster y doctorados han pasado por el proceso que determina la calidad de un determinado programa. No obstante, si nos nos atenemos sólo a los que han pasado el proceso, sino que además tenemos en cuenta los que han recibido un reconocimiento positivo, el porcentaje desciende mucho más y se sitúa en ese 36% al que hacíamos referencia.
Con los datos en la mano, las Comunidades Autónomas, que hasta ahora no han tenido obligación de tener el sello de calidad de esta agencia, se defienden argumentando que "a priori no se puede saber si un máster va a recibir el visto bueno de las agencias o no", aunque lo que es cierto es que uno de cada cuatro programas presentados no reúnen los requisitos establecidos por la entidades encargadas de otorgar el tan manido sello.
Es más hay casos especialmente sangrantes como los de las Comunidades de Madrid con 463, Castilla-La Mancha o Murcia que no han presentado ninguno de los programas de máster y doctorado para que sean evaluados por las agencias para determinar su calidad. De esta forma, de los 973 programas que deberán ser evaluados por la diferentes comisiones de los organismos competentes, casi la mitad corresponden a la Comunidad de Madrid.
También hay casos llamativos como el de Cataluña que ha aprobado una serie de posgrados sin tener informes positivos, a pesar del suspenso previo "por motivos estratégicos". En Andalucía, por su parte, el 82% de los máster presentados tampoco cuentan con informes positivos.
A pesar de la falta de sello, lo que conviene aclarar es que todos los máster y programas de posgrado presentados son oficiales y son válidos a todos los efectos. El único problema es que éstos deberán pasar por un el proceso de evaluación de ANECA para determinar si se les puede conceder el sello de calidad o no. Si se diese el caso de que la evaluación fuese negativa, el alumno no debe preocuparse puesto que la universidad o el organismo organizador del programa de doctorado tiene un plazo para subsanar los errores que se hayan podido encontrar, por lo que de todas formas el alumno seguirá teniendo en su poder un título oficial.
Carencias de solicitudes
En el estudio se pone manifiesto algunos elementos comunes, más bien carencias, con lo que se encuentra la agencia a la hora de analizar las solicitudes de las distintas Comunidades Autónomas. Entre ellas hay dos que parecen alzarse como más evidentes. La primera es que por lo general, el título del máster no se corresponde con el contenido del mismo. El segundo pone de manifiesto que en muchas ocasiones no queda clara la responsabilidad de la universidad, del centro o de los departamentos para garantizar los recursos humanos y materiales necesarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario